19.6.05

EL MANDO NO PUEDE EXPRESARSE APABULLANDO AL SUBALTERNO

El Presidente de la República de Colombia dixit.

Dice la RAE que “Apabullar” es “Confundir, intimidar a alguien, haciendo exhibición de fuerza o superioridad”.

Pues, la verdad, no se que decir. Habíamos visto que uno de los estilos de mando es que me obedezcas al temerme (y sigo pensando que lo que llamamos Liderazgo es la correcta administración de esos cinco “estilos de mando”).

Aquí, en la zona Carpetovetónica, el mando se ejerce sobre individuos de diversa extracción social, pero con el común de provenir de una sociedad cada vez más permisiva y de costumbres más laxas.

Fuera del ámbito militar (donde supongo que la disciplina se sobreentiende y donde la soberanía emana del Jefe), al empleado eso de obedecer, “se la pela” (a dos manos, oiga), y cada vez, más. ¿Por qué?.... ¿Quizá porque no se le apabulla? No dudo que el camino no consiste en “apabullar de continuo al subalterno”. Mi duda es si un poco de “apabullamiento” al tomar el mando no ayuda un poquito.
Maquiavelo, por ejemplo, afirma en “El Príncipe” que ante la duda es mejor ser temido que amado, e incluso recomienda al Príncipe nuevo que no evite los actos de crueldad. Afirma que ser amado no depende del mando, sino de los subalternos, en tanto que el ser temido depende exclusivamente del Mando.

Pues después de darle vueltas al tema, sigo sin decidir si al llegar el mando a un nuevo destino, conviene o no “apabullar” un poco al subalterno

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