PACTO

    Leo que el gobierno ha decidido mover ficha y ofrecer un pacto contra la corrupción, y casi no me lo voy a creer. 

    Los periódicos seguirán sacando casos porque veo que mucha gente, descontenta, comienza a filtrarlos (gente que, por cierto, lleva callada en algún caso años)…pero un caso lleva a otros y, en cuanto aparecen en todos los partidos, pacto al canto y tu no dices lo que sabes, yo no cuento lo que se, un poquito de movimiento por aquí, alguna subvención por allí y todos tan contentos y, en breve, dejará de ser noticia.

   Leía ayer en un blog esta preciosa entrada titulada “el bofetón”, y me decía a mi mismo que razón no le falta, que al final los que están ahí lo están porque nosotros decidimos votarlos, en muchos casos, lo reconozco, sin tener ni pajolera idea de quienes son (el sistema de listas cerradas es lo que tiene). Quizá no abofetearlos, que supongo que es ilegal, pero si denunciar que fulano está comiendo en tal restaurante con el dinero de todos los españoles o con mengano y zutano, que se hacen cargo de la comida y preguntar a nuestro representante que se barajaba en la comida, o en la cena, o en el desayuno…pues no estaría mal, no.

    No veo mal, tampoco, el que se prohíba, de una pajolera vez, el comer a los responsables de la toma de decisiones de empresas públicas, partidos políticos y administraciones de cualquier nivel con sus proveedores.

     Vamos, que creo que se pueden poner suficiente número de trabas a la aparición de la corruptela solo con poner imaginación y con un poquito de ayuda de los ciudadanos que, al final, somos los que de un modo u otro, pagamos el pato.

    Quizá debemos de dejar de mirar con miedo a los que mandan y pensar que están ahí para darnos servicio y para ello deben predicar con el ejemplo y en cuanto a nosotros, pues aplicarnos el dicho:

“no seas sinvergüenza y habrá en el mundo un sinvergüenza menos”